--¿Querrían hacer el favor de decirme --empezó Alicia con cierta timidez-- por qué están pintando estas rosas?
Cinco y Siete no dijeron nada, pero miraron a Dos. Dos empezó en una vocecita temblorosa:
--Pues, verá usted, señorita, el hecho es que esto tenía que haber sido un rosal rojo, y nosotros plantamos uno blanco por equivocación, y, si la Reina lo descubre, nos cortarán a todos la cabeza, sabe. Así que, ya ve, señorita, estamos haciendo lo posible, antes de que ella llegue, para..."
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